Es fácil -y duro, a la vez-, no queremos perder un cliente porque alguien ofrezca un precio màs bajo. Si un cliente está interesado en nuestro proyecto formativo, o ya nos conoce porque un amigo o familiar obtuvo su permiso en este centro; pero "alguien" le ofrece un precio más bajo (aunque estamos convencidos que en este tipo de enseñanza no es lo más importante, ni mucho menos), nosotros no queremos perder a un alumno/amigo/cliente por esa causa. Igualamos esa oferta económica. No queremos ser los más caros, pero tampoco los más baratos. Hemos de valorar nuestro trabajo. Porque sabemos que lo hacemos bien.